Respecto a los beneficios económicos y sociales, se puede argüir que ésta es la energía renovable más social que existe, ya que es la que más puestos de trabajo puede crear en la zona de producción (trabajos de limpieza forestal, de cultivo de agrocombustibles, en planta de biomasa, etc.); pero a su vez, evita el abandono de tierras de cultivo, ya que las plantas de biomasa deben instalarse en zonas muy próximas a las de producción, para así eliminar o disminuir los costes de transporte.
En esta misma dirección, la Política Agraria Comunitaria permite la utilización de tierras en retirada para la producción de cultivos no alimentarios -como son los cultivos energéticos-, que pueden ser la solución para zonas deprimidas, con despoblación y envejecimiento, además de evitar la erosión y degradación de las tierras de retirada por la PAC y mantener los terrenos fértiles para continuar su explotación de forma más rentable.
PASCUAL RUBIO TERRADO y ALEXIA SANZ HERNÁNDEZ. Investigación aplicada al desarrollo de territorios rurales frágiles. Prensas Universitarias de Zaragoza.
Fuente: Aragón Biomasa (28/08/2010).
PASCUAL RUBIO TERRADO y ALEXIA SANZ HERNÁNDEZ. Investigación aplicada al desarrollo de territorios rurales frágiles. Prensas Universitarias de Zaragoza.
Fuente: Aragón Biomasa (28/08/2010).
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