Una restauración integral devuelve el porte a la Ermita de los Dolores de Jabaloyas

El templo juega un papel fundamental en las celebraciones vecinales
M. CRUZ AGUILAR / Jabaloyas
Los mayores de Jabaloyas se emocionaron al entrar ayer a la ermita de los Dolores. Llevaban cuatro décadas sin poder pisar el interior del pequeño templo porque amenazaba ruina y tenían que conformarse con llegar hasta la puerta durante las diversas procesiones que terminan allí. La ermita, que es de estilo gótico-mudéjar y fue construida en el siglo XVII, ha sido sometida a una restauración integral que posibilitará que se pueda emplear de nuevo para el culto.

Antonia Navarro, vecina de la localidad, se mostró ayer encantada con la restauración. Ella, al igual que el resto de personas que nacieron en Jabaloyas durante la Guerra Civil Española fue bautizada en el templo cuando acabó la contienda. Hermógenes Jarque también estaba contenta ayer ya que ella conoció el templo en buen estado: “Esta pared estaba llena de ofrendas”, comentaba ayer. El pueblo tiene una gran devoción por la Virgen de los Dolores y ayer acudieron una veintena de vecinos, que son casi todos los que ahora viven en el pueblo, al acto inaugural.

La ermita se encontraba en estado de ruina ya que tenía parte de la techumbre caída y grandes grietas en sus muros. La restauración ha consistido en fijar toda la estructura para evitar que se volviera a abrir. Además, se ha recuperado la cubierta, que estaba hundida. En la rehabilitación se ha eliminado una antigua capilla que se construyó hace unas décadas ya que “restaba valor al conjunto”, según indicó el director de la obra, el arquitecto Sergio Izquierdo.

Mucho patrimonio
El presupuesto para recuperar el templo se ha elevado a unos 180.000 euros de los que el 92% lo ha aportado la Dirección General de Vivienda y Rehabilitación del Gobierno de Aragón. El dinero restante ha sido sufragado por el Ayuntamiento del municipio. El alcalde de Jabaloyas, Antonio Sánchez, destacó que la inauguración de la obra supone un acto “entrañable” para los vecinos ya que buena parte de las celebraciones de la localidad se hacen en torno al templo. El primer edil indicó que su deseo es “recuperar su esplendor interior en un futuro cercano”, haciendo referencia a las pinturas que hay en sus muros y bóveda y que también se realizaron en el siglo XVII. Por eso, agradeció a las instituciones la colaboración prestada para la rehabilitación y les animó a seguir colaborando en la conservación: “Tenemos mucho patrimonio pero poco dinero para conservarlo, lo que pone en peligro su pervivencia de futuro”, dijo.
Fuente: Diario de Teruel de 13-06-2009.